Tus aspiraciones y las habilidades que desarrollas por el camino no le importan a nadie más que a ti. Lo que persigues es sólo un medio para sentirte satisfecho cuando reflexionas sobre tu vida. Valora cada intento y cada logro.
Para mí, mis objetivos no son meros hitos; son faros que me guían hacia delante, me proporcionan dirección y propósito.