Camposancos es una parroquia del concello de A Guarda (Pontevedra) situada a orillas del Miño, frontera natural con Portugal. Un topónimo que también ocupa un lugar especial en la topografía de la represión tras la guerra civil porque fue aquí, en un antiguo monasterio de jesuítas donde se estableció uno de los principales campos de concentración del franquismo. Más de 4.000 presos, muchos de ellos asturianos, sufrieron cautiverio tras estos muros que, muy acertádamente, algunos bautizaron como “a porta do inferno”.